miércoles, 20 de febrero de 2013

Salía de clase de inglés y me dirigía a la taquilla. Cuando pasaba por el baño escuche un llanto que provenía del cuarto de baño de chicas.
Me acerqué lentamente y miré por la puerta que estaba entreabierta. Estaba ella, llorando. Era mi compañera de clase de física y química.
Zarah, era una chica marroquí pero llevaba viviendo en España desde que tenía 4 años de edad. Aunque viviera en España desde pequeña, seguía su religión aunque su país estuviese a kilómetros de ella.
Le pregunté delicadamente qué le pasaba. Zarah, levantó la cabeza y se secó las lágrimas y con los ojos empañados me dijo:
- He tenido que dejar a mi novio. Mi padre se enteró de nuestra relación y me lo prohibió rotundamente. No quiere que esté con alguien que no cree en lo que yo creo, con alguien a quien no le gustan los platos típicos de mi país y piensa que seguir una religión es algo de fe, algo para no tenerle miedo a la muerte ya que en las religiones después de la muerte siempre hay algo. Yo quiero muchísimo a Jose, aunque no piense igual que yo y tengamos diferencias. Somos muy distintos pero le amo, le amo tanto que no quiero volver a mi casa si mi padre no aprueba mi relación.Siento enrollarme tanto.
- Tranquila cielo, desahogate a mí no me importa. Pero una pregunta, ¿ Has hablado con Jose de ésta situación?
- No... Le dije que ya no quería estar más con él, que me quiero centrar en mis estudios y él es una distracción.
- Ve y díselo, juntos podéis convencer a tu padre.
- Lo haré, muchas gracias Leah eres muy buena.
Se levantó y se fue secándose las lágrimas.














miércoles, 5 de diciembre de 2012

Entré a clase de matemáticas como todos los días. Debajo de la mesa donde me sentaba, encontré un papel bastante arrugado, no quería leerlo pero aún así lo abrí y comencé a leer:

La ilusioné y así fue como ella se enamoró de mí. Le hice creer que era mi vida mientras existían otras 'vidas'. Recuerdo sus besos, caricias, sus detalles, los momentos que me regalaba y otras cosa que no me importaban. A veces pensaba que era muy buena para mí, pero no podía dejar de jugar con ella. Me creía un genio al ver como la tonta me creía y me perdonaba una y otra vez.
Recuerdo su llanto por teléfono y sus largos mensajes, recuerdo cómo rompí su corazón, ese corazón donde yo vivía... Pasó un tiempo y se olvidó de mí. Ahora yo estoy aquí, echándola de menos, esperando un mensaje, una llamada, un beso, un abrazo o una simple mirada...y que tal vez pueda perdonarme, lloro por cada momento que no supe aprovechar, momentos que no volverán y que solo ella sabía darme...

Creí que era mi juego y terminó jugando mejor que yo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Soy Leah

Hola, me llamo Leah y tengo 15 años. Vivo en un pequeño pueblo de Madrid, con mis padres, voy al instituto, tengo muchos amigos y me gusta salir y pasarlo bien. Mi vida, parece normal, corriente, como otra vida cualquiera, pero no. Mi vida es demasiado complicada. Amor, amistad, fiestas, peleas... estoy rodeada de un mundo que me invade, que ni siquiera me gusta. Lo mejor de mi vida es escribir, evadirme en mi propio mundo, en mis propios pensamientos y emociones, donde solo yo soy la que decide sobre mí, sobre lo bueno y lo malo, sobre todo lo que me rodea.
 Pero no voy a escribir sobre mí, no. Escribiré sobre las historias de la gente que me rodea, historias que yo veo, que nunca cuento, expresaré mi opinión sobre ellas, pero no podéis contar nada, tenéis que guardarme en secreto todo lo que leáis aquí.