miércoles, 5 de diciembre de 2012

Entré a clase de matemáticas como todos los días. Debajo de la mesa donde me sentaba, encontré un papel bastante arrugado, no quería leerlo pero aún así lo abrí y comencé a leer:

La ilusioné y así fue como ella se enamoró de mí. Le hice creer que era mi vida mientras existían otras 'vidas'. Recuerdo sus besos, caricias, sus detalles, los momentos que me regalaba y otras cosa que no me importaban. A veces pensaba que era muy buena para mí, pero no podía dejar de jugar con ella. Me creía un genio al ver como la tonta me creía y me perdonaba una y otra vez.
Recuerdo su llanto por teléfono y sus largos mensajes, recuerdo cómo rompí su corazón, ese corazón donde yo vivía... Pasó un tiempo y se olvidó de mí. Ahora yo estoy aquí, echándola de menos, esperando un mensaje, una llamada, un beso, un abrazo o una simple mirada...y que tal vez pueda perdonarme, lloro por cada momento que no supe aprovechar, momentos que no volverán y que solo ella sabía darme...

Creí que era mi juego y terminó jugando mejor que yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario